{Diario} Vivencias de un noruego.

Día 1. Cometí un error.

Perfecto, simplemente perfecto. ¿Sabes cómo inició el día? No te cuento el viaje, porque eso fue lo más maravilloso de todo este asqueroso día. Nos recibió un viejo decrépito con fachas de hacerlo con quien se le lance y con quien no, y para colmo, hablaba con voz de borracho de hace 3 días. Ese hombre hará que me frustre la existencia.

Punto malo número uno. Ahora, el dos, es que el lugar donde dormiré estos días, es un completo asco, y eso es lo de menos, los otros son unos completos idiotas, realmente no sé como pueda sobrevivir estar aquí durante tanto tiempo. Tendré que pasar más tiempo con Dinamarca, que no conozco el nivel de idiotez del resto de los campistas.

Sólo sé que mañana nos pondrán a trabajar como perros, para ganarnos algo que normalmente hacíamos cuando vivíamos en nuestros respectivos países. Luciré verdaderamente patético.

Sólo espero que no me prohíban usar la magia y la ayuda de mis pequeños amiguitos, ya sabes a qué me refiero.

Oh, genial, los idiotas están llegando de su primera bañada en ese asqueroso lago, parecen bebés. Es todo por hoy, mañana te volverás a espantar de todas las barbaridades que te aseguro, haré.

Noruega.

Día 2. Casi cometo homicidio.

Y no me arrepiento de ello. Sí, casi asesino al viejo pervertido, bueno en realidad no. En el desafío de hoy tuvimos que cocinar porquerías, literal, porquerías. A mí me tocó cocinar, anko comió, sí formé equipo con él pero él haría el trabajo sucio.

Dije que tomé ingredientes al azar, pero en realidad no fue así. Tomé varios ingredientes que eran comestibles, tampoco es mi intención asesinar a Dinamarca, ni que lo odie tanto. Solamente que con ayuda de mis amigos lo volví con un sabor repugnante. Sí, te apuesto que Dinamarca enseguidas de eso corrió a vomitar. Digo, no lo ví puesto que me alejé a destruir la pastilla para la gastritis y así reírme de los perdedores con dolores estomacales.

Lo que sea, mi platillo fue con los ingredientes más comunes: sal, pimienta, jamón, queso, pollo y demás cosas que misteriosamente encontré ahí. Habían más opciones, pero si las metía en la receta asesinaría a cualquiera que lo probara, no iba a arriesgarme a que se me presenten cargos en mi contra por asesinar a una nación, y mucho menos a Anko.

Se me olvidaba, lo que se movía era un duendecillo abdominal que vive en la comida y hace creer que la comida está viva. No muere dentro de unos días, así que el viejo estará con la sensación de que tiene algo vivo dentro de él por unos tres días, creo que me pasé de cruel... pobre duende.

Bueno, a todo caso ganamos un mísero punto en el desafío, pero bueno, al menos nosotros no terminamos con dolores estomacales, es por eso que no me preocupé demasiado por Dinamarca, lo que se había comido no era algo anormal.

A todo eso, también el día de hoy mientras estaba en la cabaña un chico muy molestoso se me acercó para hacer plática, rayos, que era insoportable. Primero quería invadir mi privacidad, segundo, al intentar invadir mi privacidad actué de una manera increíblemente imprudente, mis manos están jodidas por el corte con un hacha, que Odín ha de saber dónde la sacó ese coreano estúpido. Oh, y para cagarla más encontró la foto mía y de Islandia, ¿se fijará en todo? Qué molesto es. Todos en esta isla son igual de molestos.

Creo que los he invocado, regresan. Creo que en vez de escribir en este diario debería aprovechar a leer o a suicidarme para escapar de esta idiota isla.

Noruega.

Día 3. De estúpidos a estúpidos.

Este ha sido el día más estúpido de todos, nos hicieron correr 20 kilómetros a esta estúpida isla llena de animales extraños y perdida y alejada de todo ser viviente en el mundo, ojalá esto me traiga beneficios tanto para mí como para mi país, que me sentiré un completo idiota de no ser así.

A todo esto recordé una vivencia. Estaba sentado relajándome en la playa, en uno de esos momentos que deseas que si alguien te lo estropea es para asesinarlo, pero bueno, creo que atraigo a los idiotas o la mala suerte, pero llegó el más mandril estúpido de toda la sagrada isla de mierda. Prusia.

Y sí, intenté evitarlo pero con su arrogancia, sus aires de grandeza, su completa estupidez, perdí mis estribos. No recuerdo muy bien cómo es que acabé, literal, peleándome con él. Me volví un completo animal, pero ¡es un completo mandril decrépito! En primero viene a perturbarme y en segundo me deja como el idiota, bueno, ten por seguro que lo tendré en la mira todo el campamento, no soy de crear conflictos, pero esto lo amerita.

Y ya me voy porque mi cuerpo me está doliendo mucho y necesito hacerme el dormido antes de que venga alguien a molestarme con su historia de vida... otra vez.

Noruega.

Día 4. De heridas.

Este es mi día cuatro y simplemente creo que saldré loco de esta isla, sobre todo por los idiotas, me imagino que si estuvieran en una reunión mundial se comportarían diferente, algo tiene esta isla que saca su salvajismo al máximo esplendor.

Decía no perder la cordura, pero también tengo límites. Trataré de aguantar por Is quien tomó la decisión inteligente de no aparecerse en la isla, cuando regrese a Noruega y me encuentre con él se reirá como nunca lo ha hecho en su vida y es que nunca lo he visto carcajearse, pero lo veo venir.

Tengo unos raspones en los brazos y un dolor horrible de espalda, esos estúpidos retos me dejan cansado y es que la actividad física no es lo mío, maldición.

*manchón de sangre* Demonios, se abrió una herida de mis dedos, hasta aquí el escrito de hoy.

Noruega.